terapia del duelo

Terapia del duelo: cuándo buscar ayuda profesional

Cuando alguien llega a mi consulta buscando apoyo para superar una pérdida, lo primero que noto es que ya ha hecho un recorrido. Nadie decide de un día para otro “voy a terapia por duelo”. Antes hay semanas o meses de intentar seguir adelante, de conversaciones con amigos, de noches en vela y de esa sensación de que la vida ha cambiado para siempre.

He acompañado a personas que perdieron a un ser querido, que se separaron tras 20 años de matrimonio o que vieron desaparecer de golpe el proyecto de vida que habían construido. Y aunque las historias son distintas, hay algo que se repite: la duda sobre si lo que sienten “es normal” o si ha llegado el momento de pedir ayuda.

Cómo saber si el duelo se está atascando

Más que una lista de síntomas clínicos, me fijo en señales que el propio paciente percibe:

  • “Me levanto cada día con un peso en el pecho que no se va.”

  • “Ya no me reconozco, ni siquiera disfruto lo que antes me hacía bien.”

  • “Siento que mi vida está en pausa y no sé cómo reanudarla.”

  • “No puedo hablar de la pérdida sin romperme.”

Si alguna de estas frases te resulta familiar, puede ser que el duelo se esté convirtiendo en un obstáculo para retomar tu vida.

Momentos en los que la terapia marca la diferencia

  1. Cuando el dolor no se reduce con el tiempo
    Los recuerdos siguen siendo igual de intensos y dolorosos que el primer día.

  2. Cuando el cuerpo empieza a resentirse
    El insomnio, la falta de apetito o la tensión física se hacen parte de la rutina.

  3. Cuando el aislamiento gana terreno
    Empiezas a evitar personas, lugares o actividades que antes disfrutabas.

  4. Cuando la culpa ocupa demasiado espacio
    Pensamientos como “podría haber hecho más” se repiten constantemente.

Mi forma de trabajar el duelo

En Psicología Borja López no trabajamos con un guion fijo, porque el duelo no se vive igual en todas las personas. Algunas sesiones son más de escucha, otras se centran en ejercicios concretos.

Entre las herramientas que más utilizo están:

  • Conversaciones narrativas para resignificar la historia de la pérdida.

  • Técnicas de regulación emocional para manejar momentos de alta intensidad.

  • Visualizaciones guiadas para reconectar con el presente.

En la sección Sobre mí puedes conocer más sobre mi enfoque y mi experiencia acompañando procesos de duelo.

Historias que muestran el cambio

  • Ana, 47 años, perdió a su hermana menor. Sentía que la vida había perdido sentido. En terapia, aprendió a integrar su recuerdo sin que le impidiera seguir viviendo.

  • Luis, 35 años, tras un accidente laboral, se enfrentó a la pérdida de su capacidad física para ciertas tareas. Trabajamos en reconstruir su identidad más allá de lo que hacía antes.

Ambos coincidieron en algo: pedir ayuda no borró el dolor, pero sí les devolvió la capacidad de mirar hacia adelante.

No siempre es cuestión de tiempo

El duelo no funciona como un reloj. No es que a los seis meses “deberías” estar bien. Es más, esperar que el tiempo lo cure todo puede alargar el sufrimiento si no se toman medidas.

Lo importante no es contar los meses, sino observar si estás recuperando espacios de bienestar y conexión con la vida.

Qué puedes esperar de la terapia

  • Un espacio seguro donde hablar sin miedo a incomodar.

  • Acompañamiento constante: no tienes que enfrentar el proceso en soledad.

  • Estrategias prácticas para manejar el día a día mientras integras la pérdida.

Y, sobre todo, la certeza de que hay un camino de salida, aunque ahora no lo veas claro.

Si crees que es tu momento, puedes contactarme aquí para una primera sesión en Valencia o por videollamada.

Un recurso que recomiendo

La Fundación Española para la Promoción de la Salud publica artículos y guías sobre bienestar emocional y afrontamiento de pérdidas que pueden complementar la terapia. Es un buen punto de partida para informarte y entender que lo que sientes tiene un lugar en la experiencia humana.

Preguntas frecuentes

¿La terapia del duelo me quitará el dolor?
No lo borra, pero ayuda a que deje de dominar cada aspecto de tu vida.

¿Cuánto tiempo dura el proceso terapéutico?
Depende de cada caso; puede ir de unas pocas sesiones a varios meses.

¿Es igual de efectiva online que presencial?
Sí, en la mayoría de casos la efectividad es similar.

¿Y si no estoy seguro de necesitarla?
Puedes acudir a una sola sesión para valorar la situación y decidir después.

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