etapas del duelo

Duelo: etapas, señales y claves para acompañar el proceso emocional

Perder a alguien o algo significativo —un ser querido, una relación, un trabajo, una etapa de vida— provoca un vacío difícil de describir. El duelo es el camino que recorremos para adaptarnos a esa ausencia. Es un viaje inevitable, profundamente personal y, muchas veces, no lineal.

En mi experiencia como psicólogo en Valencia, he visto cómo cada persona vive este proceso a su manera: algunos se refugian en la rutina, otros se sienten paralizados, y hay quienes alternan momentos de calma con olas de tristeza intensa.

Comprender el duelo: no solo tristeza

A menudo se piensa que el duelo es únicamente tristeza. Sin embargo, puede implicar:

  • Cansancio físico y mental.

  • Cambios en el sueño y en el apetito.

  • Dificultad para concentrarse.

  • Sensación de irrealidad o desconexión.

El duelo no es una enfermedad, pero si se prolonga en el tiempo o se vuelve incapacitante, puede transformarse en lo que se conoce como duelo complicado, que sí requiere atención profesional.

Las etapas: una guía, no una regla

El modelo más conocido es el de Elisabeth Kübler-Ross, que describe cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
En la práctica, estas fases no siempre se dan en orden ni todas las personas las experimentan de la misma manera.

Por ejemplo:

  • Una persona que pierde a un ser querido puede sentir aceptación un día y volver a la ira al siguiente.

  • Otra, tras una ruptura, puede saltar de la negación a la tristeza profunda sin pasar por la negociación.

Más que forzar un esquema, es importante respetar el ritmo propio.

Tipos de duelo y ejemplos reales

  • Pérdida de un ser querido: la forma más conocida y socialmente reconocida del duelo.

  • Duelo por ruptura: el dolor de perder un vínculo afectivo puede ser tan intenso como el de una pérdida por fallecimiento.

  • Pérdida laboral o de rol: un despido, jubilación o cambio drástico en la vida puede provocar un duelo significativo.

  • Cambios vitales: mudanzas, migraciones o cambios en la salud también generan procesos de adaptación emocional.

En mi consulta, una mujer de 62 años me contaba que su mayor duelo no fue la muerte de un familiar, sino la jubilación: “Sentí que dejaba de tener un propósito”. Esta experiencia es tan válida como cualquier otra.

Señales de que el duelo necesita atención profesional

  • Pasan los meses y el dolor no disminuye.

  • Aislamiento social prolongado.

  • Alteraciones graves del sueño y el apetito.

  • Sentimientos persistentes de culpa o inutilidad.

  • Pensamientos de autolesión o desesperanza.

En esos casos, acudir a un especialista es un acto de autocuidado. Puedes encontrar más sobre mi enfoque en la sección Sobre mí.

Cómo acompañar a alguien en duelo

  1. Escuchar sin juzgar
    A veces la mejor ayuda es simplemente estar presente, sin intentar arreglarlo todo.

  2. Evitar frases hechas
    Expresiones como “tienes que ser fuerte” o “el tiempo lo cura todo” pueden invalidar el dolor.

  3. Ofrecer ayuda práctica
    Preparar una comida, acompañar a hacer trámites o cuidar de los hijos son gestos que alivian.

  4. Respetar su ritmo
    Cada persona necesita su propio tiempo para adaptarse.

Herramientas útiles para transitar el duelo

  • Escribir un diario emocional: poner en palabras lo que sentimos ayuda a ordenar pensamientos.

  • Rituales de despedida: desde encender una vela hasta plantar un árbol en memoria de la persona.

  • Cuidar el cuerpo: mantener rutinas de sueño, alimentación y ejercicio.

  • Buscar espacios seguros para hablar: terapia, grupos de apoyo o conversaciones íntimas.

Organismos como la Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología ofrecen guías y recursos que complementan el trabajo terapéutico y pueden ser útiles tanto para quienes atraviesan un duelo como para su entorno.

El papel de la terapia

En Psicología Borja López abordamos el duelo con un enfoque adaptado a cada historia. Algunas herramientas que utilizamos incluyen:

  • Terapia cognitivo-conductual: para modificar pensamientos que bloquean la recuperación.

  • Terapia narrativa: para integrar la pérdida en la historia de vida.

  • Mindfulness: para cultivar presencia y reducir ansiedad.

Incluso cuando la persona cree que “ya ha pasado lo peor”, la terapia puede ayudar a cerrar ciclos y encontrar un nuevo sentido.

Cuando el duelo se transforma

Con el tiempo, la ausencia deja de doler con la misma intensidad. No significa olvidar, sino aprender a vivir con la memoria y la huella emocional.

He visto cómo muchas personas encuentran en este proceso una oportunidad para fortalecer vínculos, redefinir prioridades y reconectar con lo que realmente importa.

Preguntas frecuentes

¿Cuánto dura el duelo?
No hay un tiempo fijo. Puede ser cuestión de meses o años. Lo importante es que haya adaptación.

¿Es normal no llorar?
Sí. No todas las personas expresan el duelo de la misma forma.

¿Puedo sentir alivio?
En algunos casos, como tras una enfermedad larga, el alivio es una reacción normal y no implica falta de amor.

¿Cómo pedir ayuda profesional?
Puedes ponerte en contacto a través de la página Contacto y agendar una cita presencial o por videollamada.

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